lunes

Palpando

1

Palpando, paso a paso, avanzo en la más absoluta oscuridad. Tengo las manos destrozadas por las rocas, siento las gotas de sangre escurrirse por los antebrazos. Además cojeando, un golpe en la rodilla un rato antes, y las sandalias de cáñamo no ayudan mucho en este terreno. No se si subo o bajo, si avanzo o retrocedo. Pero lo peor es el silencio, excepto el repicar de alguna gotera no se oye más nada. No se ni que hora es, espero que me estén buscando ya. Quizá debería pararme y esperar a que me encuentren. Pero, ¿y si no me encuentran? ¿Moriré aquí? Seguro, nadie me espera. Aucán se fue esta mañana a los Lagos y no me extrañará hasta dentro de dos o tres días. Tengo que encontrar la salida, ¡Dios! ¡Tengo que salir de aquí! Entré en la caverna escondiéndome del Sol. ¿Cómo podía imaginarme que habría ese talud a la entrada? ¡Qué caída! No se ni como sigo en pie, y luego rodando y rodando entre las piedras. Voy a seguir avanzando, o retrocediendo, no lo se, pero no me puedo quedar aquí.

2

No puedo más, ¡que cansancio! Lo peor es la sed. Pensé que los chicles me calmarían el hambre, pero ha sido peor. Tengo la boca tan seca que la lengua se empieza a pegar al paladar. ¡Qué calor hace aquí! ¿Quién dijo que en las cuevas hace fresco en verano? Voy a beber de los charcos del suelo, no aguanto más. Sabe raro, como a ceniza, y huele mal pero al menos está fresca. Tengo que descansar un ratito, voy a buscar un sitio seco y dormiré un rato, quizá al despertar con la mente más clara encuentre la salida de este laberinto.

3

¿Cuánto habré dormido? ¡Ummmm! ¡Mis huesos, mis pobres huesos! Tengo clavadas todas las piedras del mundo en la espalda ¡Mi rodilla! No puedo moverla, tengo algo roto, ¡Qué dolor! Y el estomago me arde, voy a vomitar.

El agua, esa asquerosa agua, seguro que estaba en mal estado. ¡Qué asco! La ropa sucia y el hedor es insoportable. Creo que tengo algo en la garganta, algo rasposo, no puedo deglutir. Voy a vomitar otra vez.

4

¡Qué oscuro! ¿Dónde estoy? En la cueva. He perdido el conocimiento después del último vomito. No tengo fuerzas ni para moverme y el estomago se retuerce intentado devolver? ¿el que? Si tengo el estomago vacío. ¿Cuántos días llevaré aquí? Creo que toda la vida. Mierda ¡Mierdaaaaaaa! Voy a morir, es seguro. Y Oscar le dará mi ascenso a cualquier inútil. ¡Con lo que he luchado por ese ascenso!

No podré ir al cine. No volveré a probar el asado de ternera de mamá. Ni tapear con los amigos. Ni nadar en la playa de noche. No veré más las estrellas, ni la lluvia de septiembre, ni la nieve en los tejados desde el balcón. No veré amanecer. No pasearé con Júpiter ¿Quién sacará a la calle a los ojos más nobles del mundo? No jugaré al ajedrez. No terminaré la novela de Farmer.

Aucán llorará mucho. Espero que encuentre una buena persona que ocupe mi lugar en su vida. No veré crecer a Miguelín. Me perderé sus primeras notas y su primera bici. Me perderé su primera novia y su mayoría de edad. No volveré a ver a mamá, pobrecita ¡Con lo mayor que está! Tendría que hacer testamento. El coche y el piso para Aucán. El mac para Alex. Los libros para Miguelín, cuando pueda leerlos. Los discos para papá, es el único que los cuidará. La ropa que la quemen, no quiero que nadie se la ponga. ¡Qué estupidez! ¿Quién va a leer este testamento no escrito? ¿Quién cumplirá mi última voluntad?

5

...


FIN

No hay comentarios:

Publicar un comentario